Todos los pacientes deben comenzar una dieta líquida 1-2 semanas antes de la fecha de la cirugía. Esta dieta impulsará la pérdida de peso y ayudará a reducir la grasa alrededor del hígado y el bazo, haciendo que el procedimiento sea más fácil de realizar y, por lo tanto, más exitoso. Un hígado grande evita que el cirujano visualice cierta anatomía durante la operación, ocasionando que el procedimiento gástrico sea más complicado de lo necesario. Los pacientes deben cumplir con la dieta preoperatoria; de lo contrario, existe una gran posibilidad de que la cirugía se retrase o se cancele durante el procedimiento.

En resumen, la pérdida de peso preoperatoria es deseable para disminuir el riesgo de complicaciones y ayudar al paciente y al cirujano durante la operación, además, de ayudar en la recuperación. Para ser específico, la dieta líquida preoperatoria:

• Reduce el tamaño del hígado y la grasa intraabdominal
• Mejor visibilidad alrededor del área quirúrgica
• Reduce las comorbilidades
• Aumenta la comprensión del paciente de los requisitos posoperatorios.
• Reduce el tiempo de operación
• Reduce el tiempo de recuperación
• Reduce los riesgos postoperatorios

Durante este tiempo, es esencial incluir una malteada/licuado de proteínas varias veces al día para ayudar a asegurar un buen estado nutricional antes de la cirugía. Apunta a una meta de ~ 60-80 gramos de proteína por día obtenido de su licuado de proteínas. También sería beneficioso agregar un multivitamínico general y suplemento de calcio como medida de seguridad para satisfacer las necesidades básicas de nutrientes. Los suplementos que se tragan serán aceptables a largo plazo, pero inicialmente se recomiendan suplementos masticables para una óptima digestión y absorción.

Entre más pronto comiences con hábitos alimenticios más saludables, más fácil será tu transición después de la cirugía. En los meses previos a su cirugía, se recomienda adquirir el hábito de comer alimentos saludables. Dado que tu estómago no aceptará tanta comida después del procedimiento, debes proporcionar a tu cuerpo los nutrientes que necesita mientras consumes porciones más pequeñas.

Durante este tiempo, debes esforzarte en:

• Comer más proteínas: las proteínas te ayudarán a sentirte satisfecho más rápidamente y te ayudarán a preservar los músculos una vez que comiences a perder peso.
• Tomar multivitaminas: las multivitaminas complementan tu dieta y deben formar parte de tu rutina.
• Evitar el alcohol: después de la cirugía, los cambios en el tracto digestivo pueden hacer que te intoxiques más rápidamente. El alcohol contiene calorías vacías y el consumo también puede afectar tu fuerza de voluntad, además de llevarte a patrones de alimentación poco saludables.

Abajo, te mostramos ejemplos de varios líquidos que podrás consumir durante el período de una a dos semanas antes de tu cirugía:

• Caldos claros (consomé)
• Batidos de sustituto alimenticio
• Batidos de proteínas
• Bebidas sin azúcar
• Jugos vegetales

Las bebidas con cafeína y carbonatadas están estrictamente prohibidas y los pacientes deben esperar al menos 30 minutos entre las comidas y el consumo de líquidos. Adherirse a un plan de dieta estricto no solo respalda una cirugía exitosa, sino que también ayudará a los pacientes a aprender hábitos alimenticios saludables para complementar su estilo de vida posoperatorio.